2020 — Resource Essay

Apuntes para la política de los confinados.
Una genealogía xenofeminista de las biopolíticas desde abajo

Facundo C. Rocca

Revista Intersecciones

Es en la tercera sección del libro, Tecnologías xenofeministas, donde Hester se propone recuperar del archivo de las luchas de género modelos para pensar este “tecnofeminismo emancipatorio”. El caso central para el análisis de Hester es el movimiento feminista de autoayuda [Feminist Self-Help Movement] por la salud de las mujeres de los años setenta en Estados Unidos. Frente a un sistema médico y legal que criminalizaba todavía el aborto y, en un sentido amplio, concebía a la mujer como incapaz de conocer, pensar y decidir sobre su salud sexual y reproductiva, diversos colectivos feministas se propusieron la construcción de comunidades de exploración y cuidado del cuerpo en las que la cuestión del placer no ocupara un lugar secundario o invisible. Se reapropiaron, para esto, de artefactos médicos existentes (como el espéculo2) o construyeron nuevos artefactos (como los dispositivos de extracción menstrual), elaborando protocolos de atención colectiva y abortos autoadministrados capaces de replicarse por fuera del circuito médico establecido. Para todo esto, las mujeres tuvieron que sortear la subestimación y el retaceo de información de los propios expertos y acceder de forma clandestina a las bibliotecas médicas con el objeto de sistematizar una relectura feminista del conocimiento acumulado a la luz de la propia experiencia de autoexploración y autocuidado. Para Hester, la experiencia de este movimiento pone en primer plano la centralidad de los procesos de refuncionalización de las técnicas y de circunvalación de las autoridades establecidas (gubernamentales y médicas, políticas y/o académicas) para pensar el diseño de nuevas tecnologías feministas de cuidado.